como viene todo lo bueno, llegaste hasta dentro, mi cuate.
Te has ido, Llorona,
pero disfruté de tu voz,
que aun quebrada
se empotró como corona.
Supe encontrarte a tiempo, en este mundo raro.
Llegué a tiempo de caer en los mismos errores.
Llegué a tiempo de tomar el último trago.
La Vargas me dio la lección más importante.
La llorona me enseñó la vida.
a mantener los sueños intactos,
y a vivirlos en el presente.
Valga mi pequeño homenaje a Chavela.
Hasta Siempre, Chavela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario