lunes, 2 de julio de 2012

INCENDIOS... ¡NO SOLO FORESTALES!


En este post voy a romper un poco el hilo temático, aunque en el fondo todo está relacionado. Unas cosas llevan a otras y finalmente siempre ocurre algún imprevisto que afecta a la población en el que se ve cómo se administran los asuntos ciudadanos en las oficinas de una administración pública cada vez más alejada de las necesidades reales.


Hoy voy a comentar un tema que nos incumbe a todos, aunque no lo sepamos o no lo queramos saber, me refiero al medio ambiente, hoy de actualidad con el incendio de más de 40.000 ha (unos 40.000 campos de fútbol puestos unos al lado de otros) en la Comunidad Autónoma de Valencia. 
Vaya desde aquí toda mi solidaridad con los valencianos, y con los familiares de la víctima  que se ha cobrado este incendio; haciéndola extensible a todos los que sufren las llamas o cualquier otro tipo de catástrofe ecológica en todo el territorio español. Solidaridad con todos los afectados por la incompetencia y deslealtad de los cargos electos de las distintas administraciones. 

Esta catástrofe no se gestó hace cuatro o cinco días con el inicio de las primeras llamas, se gestó hace muchos años; tantos como desde que los dineros destinados a las políticas medioambientales siempre han sido escasos y "a toro pasado"; es decir, como en otros muchos casos, se actúa sólo cuando pasan las cosas; pero con el agravante de que en materia de medio ambiente o no queremos ver el problema en conjunto o es que no aprendemos de las experiencias previas.

Quisiera incidir en que no voy a hacer una ponencia exhaustiva en materia de incendios forestales, eso se lo dejo a los expertos que cobran por ello. Yo, solamente voy a aplicar el sentido común.

"El mejor incendio es el que no se inicia" y "los incendios se apagan en invierno" en esto hasta el momento supongo que el lector pueda estar de acuerdo; pero estas máximas tienen un significado que habría que desglosar.

¿Cómo se conseguiría "no iniciar" un incendio forestal?, hay una palabra muy de moda últimamente en muchos ámbitos de nuestra EFÍMERA vida. ¡¡PREVENCIÓN!!. Sí, lo mismo que con nuestro riesgo de accidente cardiovascular, o lo mismo que con los riesgos de accidente de trabajo, la prevención se hace necesaria y, ¡oh! ¡sorpresa!, la prevención siempre es más barata que solucionar el percance una vez ocurrido. Pero esto tiene una contrapartida, que hay que implicar a otros ámbitos de la vida, empezando por la educación de nuestros hijos y siguiendo por mejora de la actuación judicial y endurecimiento de penas a infractores; pasando por agricultura y ganadería e implicando a toda la sociedad realizando campañas de concienciación y sobre todo información. 

¡Ojo!, que se invierta en prevención, no significa que no haya que disponer de medios de extinción, es más, al igual que en nuestra salud el mismo facultativo es el que incide en la prevención, en el caso de los incendios forestales serán los mismos medios destinados a la extinción en una campaña de incendios, que ya no es ajustada a los meses de verano exclusivamente, los prescriptores de la prevención en las masas forestales cada vez más escasas.

¿Que conlleva esta última idea?, lo primero que las administraciones públicas dejen de hacer políticas medioambientales por legislatura para salvar los muebles y obtener la reelección en la urnas y se empiecen por hacer planes a largo plazo con una partida presupuestaria definida y, por supuesto, una profesionalización y estabilización de las condiciones laborales del sector y sus profesionales.

Todo esto lleva unas medidas concretas que deberíamos exigir a nuestros representantes, independientemente de ideologías, colores políticos o intereses partidistas; a saber a grandes rasgos:

1. Crear y profesionalizar las brigadas de extinción para que trabajen durante todo el año y no solo durante la campaña estival. Esta medida ayuda a luchar también contra el desempleo.
2. Esos trabajadores con contratos estables, tanto técnicos como brigadistas, se dedicará, en época de baja actividad de incendios a mantener las masas forestales limpias tanto de basuras como de malezas, quitando continuidad de combustible, sobre todo en las zonas de máximo riesgo de incendio.
3. Promover la participación de ganaderos y agricultores en la limpieza del monte, haciendo posible la convivencia del ganado dentro de las masas forestales, siempre controlado y con rotación de zonas dependiendo de los usos y acotación de las zonas de regeneración, ya que está comprobado que el ganado ayuda a mantener la discontinuidad vertical de combustible. Esta medida podría acabar con cierta potencialidad de incendios que es la que viene del mundo agrícola que, a veces con razón, se pone en contra del mundo forestal con modelos de protección que acotan usos a las gentes que siempre han vivido en armonía con su monte. Además, seguiríamos generando puestos de trabajo, movimiento de capital y actividad a empresas vinculadas con el sector medioambiental, agrícola y ganadero.
4. Revisar los modelos de protección exhaustivos en zonas naturales o colindantes donde la actividad humana se ve neutralizada por una legislación proteccionista, a veces en exceso.
5. Poner en valor los montes, es decir, que revierta algún beneficio de los aprovechamientos potenciales en los ayuntamientos y que a su vez revierta en los vecinos, de esta forma, el monte está protegido por el uso. Este uso puede ser recreativo, o de aprovechamientos de recursos (hongos, leñas, madera, biomasa, etc.)
6. Potenciar e incentivar al actividad de la energía procedente de la biomasa. Este sector se nutre, entre otras fuentes, de los residuos forestales procedentes de cortas, clareos y de limpieza de montes. Si se potencia este sector, crecería la demanda de residuos forestales e incluso la propia empresa podría llegar a disponer de sus cuadrillas que abastecieran a las centrales. Seguimos generando puestos de trabajo, potenciamos energía limpia con cero emisiones y el monte está protegido, limpio y da un rendimiento, por lo que hemos eliminado la mayoría de los riesgos potenciales.
7. Revisar y agilizar la actividad judicial en materia de incendios forestales. Penas más duras y más rapidez en los juicios a los incendiarios, pirómanos y negligentes. Dotar de presupuesto, formación y personal a los equipos de investigación de incendios forestales y fuerzas del estado para agilizar investigaciones y poder capturar a los responsables de semejante delito contra la naturaleza.
8. Tener todos los medios de extinción listos durante todo el año, ya que la temporada de incendios no se limita solamente al verano. Actualmente, con inviernos secos, se pueden producir tantos o más fuegos que en verano.
9. Programas de educación medioambiental obligatorios en todo el territorio nacional con el fin de educar a los niños consiguiendo erradicar comportamientos negligentes en el monte, promoviendo el disfrute de la naturaleza y el uso racional de la misma; tanto en ámbito urbano como rural. A su vez, promover desde la administración programas de concienciación y formación de la ciudadanía en el ámbito rural, estimulando un uso racional y sostenible del monte, fomentando la participación de las gentes del entorno en la protección de los recursos forestales.
10. Altitud de miras en una clase política que sólo se mueve por intereses cortoplacistas y partidistas, para aplicar una política medioambiental de futuro, a largo plazo y sin intereses de ningún tipo.


Son 10 puntos ambiciosos, difíciles de conseguir, aquí chocaran intereses políticos con intereses de ecologistas extremistas. Pero es imprescindible eliminar toda ideología e intereses privados para poder llegar a preservar un bien que no es nuestro, que solo lo tenemos prestado y que debemos mantenerlo para las generaciones futuras.


Si, yo he estudiado algo de esto, y algo se. Pero las ideas que aquí pongo son de sentido común, se le podrían haber ocurrido a cualquier persona que se preocupe por lo que está pasando en nuestro patrimonio natural y cómo los políticos no tienen sensibilidad  a la hora de aplicar sus políticas neoliberales que terminan afectando siempre a la gente más desprotegida, al ciudadano que tiene que vivir con la realidad de unos representantes que realmente no nos representan, de un equipo de gobierno que realmente solo gobierna para una minoría interesada en amasar cada vez más dinero.


No puedo finalizar este post, sin mostrar todo mi reconocimiento y mi apoyo a todos los profesionales véase técnicos, brigadistas, pilotos, mecánicos, vigilantes, etc., cuya dedicación es tal que pueden llegar a jugarse la vida por salvar otras vidas. La labor de todo el personal dedicado a la labor de prevención y extinción de incendios es impresionante, vaya para ellos mi admiración y respeto.

Mi solidaridad con todos los afectados por los incendios y resto de negligencias medioambientales que todos los días ocurren por relajación de las administraciones, recortes injustos e intereses particulares.

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